lunes, 27 de mayo de 2013

A ver si empezamos a hablar claro

Muy buenas tardes. Estaba escribiendo la "segunda parte" de Las apariencias, ¿engañan? cuando, una vez escritos 2 párrafos he hecho ZASCA y he borrado todo. Así soy yo, tan bipolar como los sentimientos que continuamente critico aquí. ¿De qué voy a hablar ahora entonces? Pues sobre uno de esos temas que dije que fundamentaron la creación de este blog. Os voy a hablar de discriminación.
Todo puede decirse de mil y una maneras: buenos sentimientos pueden ser expresado erróneamente, al igual que declaraciones feas pueden ocultarse bajo la tutela de una buena fachada. Y , ¿qué puede provocar esta multitud de posibilidades? Pues mucha ambigüedad y, a veces mucha discriminación. Vamos a empezar por el racismo.
¿Soy el único que a veces piensa demasiado en como referirse a un negro? Persona de raza negra, negro, moreno, persona de piel oscura...Pues yo digo negro. Y lo peor de todo es que parece sonar muy brusco, y ¿sabéis porque sigo diciendo negro en vez de "persona de raza negra"? Porque yo sé la intención con la que lo digo; y hay gente que usando otros términos más suaves (¡¿quien determina la suavidad de un concepto?!) sus intenciones esconden malicia bajo esa cortina de palabrerío. Hay que decir las cosas como son, y siempre desde el respeto. A lo que quiero referirme con esto es que llamar a alguien "negro" no es malo, lo que hay que observar son los niveles de afecto y respeto con las que se rigen tus palabras, y no ocultar tus intenciones simplemente por buena impresión. Este ejemplo es perfectamente aplicable a cojos, ciegos, sordos y cualquier persona que, desgraciadamente sufre algún tipo de minusvalía.
Y lo siguiente en la lista es el machismo/feminismo. Que existen es una realidad. Que no deberían existir es otra. Y que muchos se benefician de tales términos es otra verdad muy grande. ¿Cuantos casos violencia de género se dan, y cuántos son meras manipulaciones? Con este tipo de temas, por supuesto tolerancia 0, pero no dejemos que algunas personas utilicen este cartel para atacar directamente a otros. Se aprovechan del carácter social que tiene este tipo de problemas y se centran en destruir, no en hacer justicia. 
La igualdad de género debe ser posible. Pero no pretendamos disipar la totalidad de las diferencias porque traicionaremos a nuestro propio origen. Debe buscarse una igualdad jurídica y social, pero no existencial. Sin embargo, jamás podremos encontrar un punto en común si nosotros mismos establecemos estas barreras. Algo tan simple como la lengua nos lo demuestra. Por ejemplo, si la diferencia entre masculinos y femeninos es por definición mediante la alternacia de "o" y "a" porque decimos "actor" y "actriz" cuando debería ser "actora". Parece una pequeña tontería, pero como estas hay muchas. Y es el conjunto de los detalles más simples lo que resultan en problemas aún mayores.
Me despido, espero no haber ofendido a nadie. Hablemos claro y luchemos contra cualquier tipo de discriminación justificada.

martes, 21 de mayo de 2013

Romerías y otros asuntillos.

Muy buenas otra noche más. Tal y como avisé ayer en Twitter, esta entrada va a estar dedicada a lo que pienso de las romerías. Pues, atendiendo a sus raíces, esta palabra viene a significar algo como peregrinación. ¿Y qué es una romería por definición? Pues la peregrinación de un grupo de cristianos hacia el Santuario de algún Santo al que se le quiera alabar, o la ermita donde se rinde tributo a alguna Virgen. Mientras tantos, el grupo de peregrinos realizan el camino basándose en la reflexión y la oración. Que, ha quedado bonita la definición ¿no? Sinceramente, no estoy a favor de esto, podría decirse que estoy MUY  a favor de esta iniciativa. Sin embargo, ahora voy a decir lo que es de verdad. O mejor dicho, lo que es de verdad para gran parte de la población (gracias a Dios, aún queda gente con principios).
Para comenzar, voy a citar textualmente algunos mensajes que he leído por Twitter: "q bien vas a celelebrar la romeria.ehh!!!!...jeejeje...enhorabuenaaa!!!!...tajá segura....jajaaja" o "Pues eaaaa me voy a la romeria...pa coger una buena taja con X" o también "Ganas de rebujito, de tortilla de papa y de una buena tajá #ganas de romeria" Bueno, pues esto es lo que piensa gran parte de esas expediciones a las que llamamos "romerías" actualmente. Una oportunidad de oro para alejarse del mundo, convertirse en animales y hacer cuantas más locuras mejor PORQUE ES ROMERÍA y ¿qué se hace en una romería? Pues beber, fumar, y parecer animales en celo. Es el momento de cometer irresponsabilidades y pasar un buen rato y ¿sabéis por qué? PORQUE ES ROMERÍA. Mi carácter cristiano me impide asisitir a ninguna romería porque para asistir a un evento donde mayoritariamente hay atéos disfrazados de capillitas blasfemando lo que debería ser un camino agradable y espiritual, me quedo en mi casa. Sé que mucha gente no es así, y de nuevo doy gracias a ello, a que luchen por seguir siendo fieles a lo que debe de ser una fiesta en otro sentido al que la gente le da.
Y como he dicho en el título, "otros asuntillos". A menudo observo pequeños cerebros atrapados en grandes cuerpos, y más frecuentemente veo, pequeños cerebros que quieren evolucionar a marchas forzadas. Irónicamente, os voy a hablar de madurez. Invito a todos aquellos cuyas acciones no sean dignas de una persona acorde a su edad que cambien su mentalidad. Cada edad conlleva unas responsabilidades y unos privilegios, y ambos aspectos van unidos y son inseparables: ambos deben ser acatados sin duda alguna. Así pues no cometamos actos de los cuales no vamos a ser responsables en el futuro porque este hecho solo supone un paso atrás en lo que a evolución se refiere. Disfruta cada momento, y exprime todo lo que tienen preparado para ti antes de pasar al siguiente nivel. Sino, tu formación estará llena de lagunas y altibajos.

martes, 14 de mayo de 2013

La familia es lo último que se pierde.

Buenas noches a todos. Por primera vez, no sé como empezar una entrada...tengo el contenido, pero me falta la estructura. Así pues, voy a empezar a escribir, y seguramente se denote cierta anarquía comunicativa pero bueno, trataré de expresarlo de la mejor manera posible.
Aún recuerdo cuando era pequeño (más aún), llegaba de clase y ver Pokemon a la tarde era una tradición. ¿Los domingos? A Castellar a comer con la familia. ¿Y qué pasa mientras llega el domingo? Pues rutina, pero bendita rutina: día a día conviviendo con mis compañeros de escuela y, mejor aún, con muchos amigos. Y mientras, pasa el tiempo. ¿Verano? Vámonos a la playa: mis padres, mi hermana, tios, primos, y Dios sabe quien más. Y yo también. ¿Otoño? A la plaza, a comprar frutos secos que es el día de todos los Santos. ¿Quien no ha visto "Pesadilla antes de Navidad" en Halloween? Vamos con más estaciones...Invierno. Para mí Invierno es sinónimo de Navidad. ¿Y qué es Navidad? Familia, familia, familia, amigos, amigos, amigos, comer, comer, comer...comer. Y otra vez familia. Época de celebración y de armonía, época que ha de pasarse en compañía de seres queridos. Y como el que no quiere la cosa, primavera. ¿Primavera? Ahí vamos todos de comunión, bautizo, boda o lo que sea, que como somos ciento y la madre, siempre hay alguien que le toca hacer algo de esto por estas fechas. Y otra vez verano.
Visitas al Zoo de Jerez, viajes a parques acuáticos, barbacoas, Nochebuenas, tardes de juegos de mesa, Días de Reyes y días de piscina, viajes al campo, ¡hasta he estado presente un día que se hizo un pastel de zanahoria o algo así! También podemos optar por ir de compras Navideñas escuchando MClan de fondo o ir una y otra vez de vacaciones a Cartaya, la que ya parece que es nuestra segunda casa. Hemos cantado la canción del Chihuahua en una cama de hotel a las 8927317263 de la mañana y hemos sido testigos de la creación del baile característico de la familia de los Fernández. Al igual que esto, también nos han pegado muchas bofetadas; algunas más fuertes que otras, pero aquí estamos todos unidos para salir del paso. Eso, queridos lectores, es familia.
Y mientras pasa el tiempo, uno crece, y se da cuenta de que las cosas cambian, que algunas tradiciones deben quedarse ancladas en el pasado para dar lugar a la presencia de otras futuras mucho mejores. Parecía ayer cuando cogía dos banquetas y me ponía a vender cosas en salón de mi tía después de comer; o cuando jugaba con mi hermana a crear casas con dos o tres mantas en el sofá y al final siempre me acababa mudando a la suya porque la mía...bueno, no siempre he podido presumir de creatividad.
Y de pronto, la vida te da más motivos para seguir creeyendo en el concepto de familia. Si ya podía considerarme un afortunado, ahora al fin logré alcanzar el éxtasis de la felicidad. Y no solo yo, sino todos los que me rodean, porque somos una familia, y hay algunas cosas que afianzan aún más una relación como la nuestra, saber que la felicidad del prójimo es la nuestra, y que este mismo sentimiento es recíproco al 100%
La vida nos da muchas cosas, pero la familia, la nuestra, la de cada uno, es única en su especie. Por ello, hay que cuidarla, disfrutarla, y, por supuesto, vivirla. Porque siempre quedarán muchísimas cosas por vivir, así como es imposible recordar todo lo vivido. ¿Imposible por qué? Porque el conjunto de experiencias, tanto buenas como no tan buenas, son las que definen nuestro paso en el mundo. Así pues, apoyemos a ese futuro que está por venir abrazándolo desde lo más profundo de nuestra alma, y brindándole un lazo de amor directo desde nuestro corazón. Porque unidos, la vida sabe mejor.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Las apariencias ¿engañan?

-Muy buenas. Por fin, ¡por fin! voy crear una entrada hablando de uno de los temas que me incitaron a crear un blog. ¿Por qué tardé tanto? Pues bien, este tema requiere de un período de observación bastante amplio, y mientras quería pronunciarme definitivamente, pensé que no sería mala idea hablar sobre temas de otra índole, de los cuales también me apetecía hablar. Pero no estaban en mis planes desde un principio, este si. ¿De qué voy a hablar? Pues de superficialidad. Quizá muchos no apoyéis lo que voy a decir, pero bueno, si pretendiese agradar a alguien que no fuese yo mismo como elemento primordial, no escribiría aquí. Bueno, voy a tratar de resumir el tema de la superficialidad en tres guioncitos.
-Me encanta ver a esa gente que dice "al mal tiempo buena cara" o "río por no llorar". ¿Nacemos, crecemos, aprendemos a reprimir los sentimientos, nos reproducimos y morimos o cómo va la cosa? Si estás triste, estás triste, y si estás feliz, pues mejor (¿mejor?). " Es que no es ocultarlo, es simplemente evitar hablar sobre ello, sino acabaría amargad@" Qué dices, así están todas las personas, con todos esos traumas, luego alguien coge una pistola y se pone a matar gente y nos extrañamos. "Parecía buen chico, aún no podemos creer lo que ha hecho"...por culpa de la represión llegamos a veces a puntos insostenibles. Si esquematizásemos nuestros problemas y tratásemos de resolver por niveles, quizá nos fuese un poco mejor. Claro que no todos tienen a alguien en el que confiar ciegamente, alguien que les ayude, alguien que les escuche... ¿o quizá si? Si dejásemos nuestra preocupación visible, quizá la gente que te quiere y te rodea te ayudaría, no que al ocultar tus sentimientos, los mantienes en la completa ignorancia. "Es que quien me quiere, se preocupa por mí y puede saber perfectamente que me pasa" Sigamos siendo orgullosos y cobardes que nos veremos compitiendo a ver quien hace la mayor locura.
-No os podéis ni imaginar la de caras falsas que veo día a día. Conocidos, amigos, desconocidos, gente que no me importa, profesores...GENTE. Sonrisas, palabras, "feeling"... muchas cosas. ¿Tan malo sería decir a veces un "lo siento pero no me importa" o "cambiemos de tema"? Si es un amigo, debería comprenderlo y valorar tu sinceridad (siempre con humor, tratemos evitar el tema de matar a nadie, como antes especifiqué). Si es un conocido, podría ser el paso clave para saber si de verdad le interesa seguir tratando contigo o no. Y si es un desconocido, pues... suerte, pero oye, que hay que ser uno mismo. Sin embargo, yo, al igual que mucho de mis conocidos (espero) me considero en este aspecto "pseudo-superficial" (si, otra vez inventando palabras, me encanta). Quizá hablando con algún amigo nos encontramos incómodos y necesitamos cambiar de conversación, o simplemente no nos interesa el tema del que nos habla. ¿Pero por qué no decimos nada y sonreímos o mostramos interés? Porque su interés es nuestro interés. Os hablo de empatía : quizá para nosotros no es importante, pero él/ella si, y eso hace que nos importe. Aquí no existen las falsas risas o sonrisas, ni la falta de interés, porque esta carencia queda solventada con las ganas del prójimo.
Lo que vengo a decir con todo esto es, que lo fácil es esbozar una sonrisa en la cara y listo. La sociedad se esfuerza continuamente en sonreír con los labios, cuando la verdadera sonrisa es la que realizamos con el alma. 
- Por último, ahí va mi último dardo: ¿qué importante es tener contactos eh? Bueno bueno, esto es lo peor, ¿existe algo más forzado que forjar una amistad basada en la conveniencia y el interés? Yo (cada vez parece que soy más raro) no tengo el don de elegir mis preferencias a la hora de seleccionar amistades, simplemente es algo que está marcado en la personalidad, algo involuntario, tu no te encargas de eso, lo hace tu corazón. Buscas gente con quien complementarte, gente que tenga la fórmula de hacer que el tiempo se detenga o pase más rápido al entablar conversaciones con ellos.¿Acaso puede forzarse eso? Pues sí. "Ha venido "X" , ¿por qué no vas y lo saludas? Te vendría bien para tu futuro" Mmm, bueno, eso ya lo decidiré yo ¿no? Por supuesto que le puede venir bien a mi futuro, pasado o presente, pero, ¿me viene bien a mi? ¿acaso sólo existe ese posible futuro? Soy un apasionado del presente propio. Me relaciono con quien quiero. ¿Podría hacerlo con más gente, y me convendría más? Sí, pero no lo hago, porque ello equivaldría a traicionar mis ideales, clavarle una daga por la espalda a mi personalidad. Y como nunca me canso de repetir en cada una de mis entradas, nosotros somos dueños de nuestro pasado, presente y futuro. En esta vida cada vez tratan de quitarnos más cosas ¿vamos a renunciar a algo atado a nuestra naturaleza? Y ese algo no es otra cosa  que nosotros mismos, el mayor regalo.
- Bueno, espero que os haya gustado, no que lo compartáis (que espero que sí). Esto surge de una percepción que recibo cada día. Y es que cada minuto que pasa, me doy cuenta de que la gente necesita hablar, tienen mucho guardado en su interior, y tienen temor a contarlo. Así pues, os invito a ser hablantes y/o escuchadores, ya que, en ambos casos, lo agradeceréis tarde o temprano.

sábado, 4 de mayo de 2013

La polaridad de los sentimientos.

Buenas noches. Muy buenas adentradas noches. Acabo de terminar de ver una película: Blade Runner. Trata sobre la obra "Frankenstein" , de Mary Shelley. La mayoría conocen de que va la historia en líneas generales: una persona trata de crear vida artificial y el resultado de ello es un monstruo al que popular y erróneamente se le atribuye el nombre de Frankenstein. Y, al terminar de verla, no tengo la misma sensación que siento cuando termino de ver cualquier película. Es como si, involuntariamente, me hubiese dado una enseñanza, como si me hubiera abierto una pequeña puerta hacia una parte de la verdad. Y eso es lo que voy a tratar de comentar.
¿Qué ideas he sacado de esto? Pues que a veces nos ciega la ambición, y no atendemos a posibles consecuencias. También he aprendido que a la primera de cambio somos capaces de desechar montones de horas de trabajo por comienzos difíciles. Además, he visto como amor y rabia son capaces de habitar dentro de una misma persona y crecer asíduamente, así como pequeñas decisiones son vitales en sendos desarrollos de tales sentimientos. Pero yo me quedo con el que considero el pensamiento más fuerte que me ha inducido ver esto, y es que cualquier sentimiento desfallece ante el poder del origen, el poder las raíces. Aún dominados por la ira, llega un momento en el que se distingue con total perfección la verdad. Y la verdad no es otra cosa que lo que somos y lo que nos rodea. Es una pena que continuamente nos engañemos dándole importancia a elementos sin valor, y que necesitemos un momento de alta tensión o insostenible para reaccionar con la que debería haber sido nuestra reacción inicial.
Pero a veces, los que sufren tales efectos, no son los culpables. Voy a cerrar esta entrada con un pensamiento que salió en una de mis clases hoy: "el ser humano debe responsabilizarse de las decisiones que le rodean, aunque algunas de ellas no hayan sido tomadas directamente por él; porque es su naturaleza, es su destino."

miércoles, 1 de mayo de 2013

¿Quién soy yo?

Esta es la historia de la esencia de la vida. Hace ya algún tiempo emprendí mi viaje para reencontrarme conmigo mismo, quería comenzar a escribir el epílogo de mi propia existencia, con un único protagonista: yo. Y durante mi travesía, no fueron pocos los obstáculos que tuve que saltear, algunos incluso excedían a lo que un ser humano estaba predispuesto a aguantar por naturaleza. Así pues me hice conquistador de la más escarpada y escabrosa montaña a base de coraje; sentí el abrasador abrazo del desierto en mi tostada piel, el cual pude vencer gracias a la perseverancia. Llegué a una fabulosa ciudad, plagada de tecnología y todo lo necesario para solventar las necesidades de cualquier ser humano...de casi cualquier ser humano. Conseguí sobreponerme a cualquier tipo de tentación y proseguí con mi camino. A las afueras de la ciudad encontré un bosque de abundante vegetación, cuando quise darme cuenta, me había perdido...no era una sensación nueva para mi reencontrarme con mi perdición. Durante días estuve vagando entre aquella multitud de planos árboles, era como si yo fuese el único elemento que no encajaba en aquel paisaje. Era diferente. ¡Eso es! Gracias a haber pasado tanto tiempo entre aquellos troncos aprendía a agudizar mi astucia y empleando mi estrategia pude escapar de aquella jaula llena de hojas. Decidí que era el momento de volver a casa.
Cuando volví, un sentimiento de pureza inundó mi alma. Me sentía completo, me sentía realizado. Y la razón no es otra que haber descubierto quien soy. ¿Y quien soy yo? Pues no soy nada, y lo soy todo a la vez. Decir que soy algo sería asumir que soy un ser completo, con debilidades y puntos fuertes pero completo en los ámbitos que me componen. Decir que lo soy todo equivale a llegar a ser perfecto y si algo me ha enseñado mi viaje es que hay que mejorar siempre para poder vencer aquello que se nos presente. Así pues, otra vez repito ¿quién soy yo? Pues soy lo que yo piense, y nunca lo que el resto diga; soy un elemento más como cualquier otro, y a la vez soy diferente, soy único. Soy fracaso y soy éxito. Al fin y al cabo, sólo soy una persona descubriendo su camino en la vida, habiendo aprendido que cualquier contrariedad debe superarse con esfuerzo y lo más importante jamás dejando de ser uno mismo
Y tú, ¿quién eres?